Verbo y Fuego
Quisiera hacer del campo un templo vivo,
recoger lo dado, lo simple, lo eterno,
y acunarlo en el pecho del gran espíritu
que es madre y raíz de todo lo bello.
Mano en mano con la vida,
mi corazón late con la inmensidad,
las llamas abren sendas de fuego,
caminos que se encuentran,
y en la unión del todo
se enciende la verdad.

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